La increíble historia de Perrito

Parte 1/3

Perrito llegó a su nueva casa siendo aún un cachorro muy pequeño. Era rechoncho, simpático y muy curioso, tenía muchísimas ganas de conocer el mundo. La familia que lo adoptó se llenó de alegría al acogerlo en su casa, era tan tierno, tan suave, parecía una bolita de pelo. Al ser tan cachorro tuvieron que darle biberón y aportarle calor arropándolo con sus propios cuerpos como habría hecho su madre.

Todos se alegraron mucho de tenerlo allí, pero para el niño de la casa, que era hijo único y a veces se aburría de estar solo, fue como una bendición caída del cielo. Por fin tendría un amigo con quién jugar, alguien a quién contarle sus secretos y un perfecto cómplice en sus travesuras.

La vida de Perrito era perfecta, paseaba todos los días jugaba en el parque con otros perros, su mamá humana siempre se encargaba de darle comida y agua. Su papá humano le construyó en el jardín una caseta perfecta para los días que le apetecía dormir fuera de la casa, que hay que decir que eran los menos porque lo que más le gustaba por la noche era colarse en la habitación de su inseparable hermano humano y meterse en su cama.

Un día Perrito notó que una oscura tristeza inundaba la casa. Su mamá humana estaba enferma...

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